Los osciloscopios son instrumentos esenciales en el campo de la instrumentación electrónica, empleados para visualizar y analizar señales eléctricas de manera precisa. Su evolución a lo largo de más de un siglo los ha convertido en herramientas imprescindibles en laboratorios, líneas de producción, servicios técnicos y centros de investigación.
Este artículo de fondo ofrece una visión general sobre qué son los osciloscopios, cómo se utilizan y qué aplicaciones tienen en la industria moderna.
Breve historia del osciloscopio
La historia del osciloscopio se remonta a finales del siglo XIX, cuando Karl Ferdinand Braun desarrolló en 1897 el primer tubo de rayos catódicos (CRT) que permitía representar gráficamente señales eléctricas.
Ya en el siglo XX, la evolución de estos dispositivos llevó a la creación de los primeros osciloscopios analógicos, comercializados por empresas como Tektronix y Hewlett-Packard.
Durante décadas, estos instrumentos basados en CRT dominaron el mercado, hasta la llegada de los osciloscopios digitales en los años 80 y 90.
Hoy, los modelos digitales con almacenamiento, análisis de protocolos y conectividad en red son estándar en todos los sectores industriales.
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¿Qué es un osciloscopio?
Un osciloscopio es un instrumento de medida que permite visualizar señales eléctricas en forma de ondas, representando cómo varía una señal en el tiempo. La pantalla del osciloscopio muestra una gráfica en la que el eje horizontal representa el tiempo y el eje vertical la tensión.
De este modo, es posible analizar el comportamiento dinámico de cualquier circuito eléctrico o electrónico. La precisión, resolución temporal y capacidad de análisis son parámetros clave en estos instrumentos.
Tipos de osciloscopios
Los osciloscopios han evolucionado significativamente desde los modelos analógicos iniciales hasta los modernos dispositivos digitales.
Los analógicos, ya en desuso, se basaban en el principio del tubo de rayos catódicos y eran valorados por su respuesta en tiempo real.
Los digitales, por su parte, convierten la señal analógica en datos digitales para su procesamiento, almacenamiento y análisis posterior, lo que permite la implementación de funciones avanzadas como el disparo inteligente, la decodificación de protocolos de comunicación o el análisis espectral mediante FFT.
Además, existen también modelos especializados, como los de muestreo, que permiten observar señales de muy alta frecuencia, y los osciloscopios portátiles o USB, adecuados para aplicaciones móviles y de campo.