Medición de energía
La respuesta corta es mediante la medición de energía. La medición de la energía utilizada durante una sesión de carga proporciona equidad y transparencia para los usuarios finales y terceros, fomentando la confianza en la aceptación de nuevas tecnologías. Garantiza que a las personas se les facture en función de la energía real consumida durante el proceso de carga (medida en kilovatios por hora o kWh). Las regulaciones del intercambio comercial de electricidad y estándares de metrología ofrecen salvaguardias no solo para el propietario de vehículos eléctricos sino también para el propietario de una infraestructura de carga porque pueden confiar en los niveles de rendimiento y monitorizarlos.
El objetivo de la legislación sobre metrología es garantizar que todas las partes interesadas puedan tener confianza en las mediciones realizadas. Los instrumentos controlados metrológicamente forman parte de nuestra vida cotidiana; los usamos para beber agua, comer frutas, consumir electricidad en nuestro hogar, intercambiar hidrógeno, hacer funcionar vehículos con combustible tradicional… y mucho más. Los resultados metrológicamente verificados son fundamentales para todas las transacciones que involucran peso y medición, y el proceso de intercambio de electricidad entre cargadores rápidos de CC y vehículos eléctricos utiliza el mismo principio. Es aplicable no sólo a la infraestructura de carga pública sino también a zonas no públicas donde varias entidades utilizan la facturación en función del consumo real de energía.
En consecuencia, se establecen directrices y estándares en todas las regiones para garantizar la coherencia en el despliegue de infraestructuras de carga rápida de CC.
En Europa, el paquete legislativo ‘Fit for 55’ incluye la Directiva sobre Infraestructura de Combustibles Alternativos (AFIR), que establece reglas para facilitar el uso y proporcionar servicios estandarizados en toda la UE, incluida la adopción del pago de las sesiones de carga de vehículos eléctricos basado en kWh. Del mismo modo, en EE. UU., el Programa de Fórmula Nacional de Infraestructura de Vehículos Eléctricos (NEVI) incorpora reglas para financiar el despliegue de infraestructuras de carga rápida en CC, adhiriéndose a los mismos requisitos del pago basado en kWh.
Además, dado que los operadores de estaciones de carga tienen interés en minimizar las pérdidas de energía durante el proceso de carga, la facturación de kWh fomenta el desarrollo de tecnologías de carga más eficientes energéticamente. Esto, a su vez, genera beneficios generales para la comunidad de vehículos eléctricos. En la práctica, el cálculo del precio total de una sesión de carga rápida utilizará kWh como base (de conformidad con las normas de metrología), pero también puede aplicar precios basados en el tiempo en caso de que los vehículos eléctricos permanezcan estacionados en el puesto de carga después de estar completamente cargados (para desalentar vehículos ocupen puntos de recarga innecesariamente).
La idea detrás de la integración de la medición de energía de CC en los cargadores rápidos es que se debe realizar una medición precisa de la electricidad en la interfaz entre el cargador y el vehículo eléctrico en CC. Esto significa que la medición del valor de kWh representa con precisión la energía consumida por el vehículo durante el proceso de carga. En consecuencia, al usuario final no se le facturan pérdidas de conversión o pérdidas incurridas a través del cableado que están fuera de su control. La medición de energía se realiza mediante hardware robusto y preciso en todas las condiciones y los datos se protegen contra cualquier modificación y se transmiten a los proveedores de servicios de movilidad eléctrica, quienes son los responsables finales del cálculo del precio final y del proceso de facturación.
Para garantizar que el rendimiento de la medición y los mecanismos de protección de la medición se implementen adecuadamente, las normas y directivas supervisan el diseño y la producción de los equipos de medición. Esto incluye la directiva MID 2014/32/UE, que establece los requisitos fundamentales para la medición activa de energía a nivel europeo, así como requisitos nacionales específicos en países como Alemania (Eichrecht) y Francia (Decisión número 22.00.570.001.1). Sin embargo, el concepto de medición de CC sigue siendo novedoso para un número considerable de laboratorios y organismos reguladores.
