Los centros de datos actuales representan un triunfo de la ingeniería. Destacando los últimos avances en el procesamiento y la tecnología del almacenamiento de datos, los centros a hiperescala ahora acogen miles de servidores y en algunos casos incluso cientos de miles.
Estos centros requieren unas grandes cantidades de inversión. Para poder ofrecer un mayor grado de rendimiento sin tener un gran impacto en el medio ambiente, estos tienen que respetar los mayores límites posibles en cuanto a eficiencia energética.
El siguiente artículo analizará los retos de pruebas que suponen la implementación y una ágil gestión de los centros de datos, cubriendo todos los aspectos más importantes. Luego explicará cómo las estrategias de adquisición de equipos de pruebas tienen una importancia crucial para los cada vez más presionados operadores de centros de datos.
La popularidad de los servicios intensivos de datos cada vez está creciendo más ya que el streaming de vídeos de alta definición (HD), los vídeo juegos inmersivos y las vídeo conferencias forman ahora parte nuestro día a día. Otras aplicaciones como la realidad virtual, la salud digital e Industry 4.0 también están empezando a emerger significativamente. De este modo, la demanda en la capacidad de los centros de datos está creciendo exponencialmente.
Esto va a pasar a un nuevo nivel a medida que el Internet de las Cosas empiece a ganar terreno en los próximos años. Esto significa que grandes cantidades de datos serán generados por miles de millones de nodos conectados, para fines de control y gestión, y por tanto ayudando a las autoridades municipales, a las compañías de servicios públicos y a las empresas comerciales.
A la luz de dichos desarrollos, un informe reciente creado por una empresa analista IDC predijo que para 2025 el uso de datos globales sería 5 veces superior al experimentado en 2018, alcanzando así una cifra anual de 175 ZetaBytes, lo que supone más de 43 billones de datos de DVD.
Para poder seguir el ritmo de esta increíble demanda, los operadores de centros de datos están apuntando hacia sistemas basados en una conexión 400/800G. Por esto, existe un conjunto nuevo de parámetros de pruebas que deben satisfacerse. A su vez, los costes relacionados con la creación de centros de datos están por las nubes y los plazos en lo que deben completarse son cada vez más exigentes.
Todo lo que esto conlleva es que la instrumentación necesaria para la instalación debe cumplir con los límites presupuestarios y estar disponible en un plazo ajustado.
También deben considerarse otros factores igual de importantes. Los operadores de centros de datos están sometidos a grandes presiones para maximizar los tiempos de funcionamiento. El volumen de trabajo cada vez es más variado y la infraestructura tiene que ser lo suficientemente versátil para adaptarse rápidamente. La creciente popularidad de los centros de datos de colocación (COLO), donde la capacidad puede ofrecerse a múltiples clientes, no hace más que agregar mayor complejidad al proceso. A su vez, la tipología fundamental que se utiliza también está cambiando, con algunas fuentes empezando a posicionarse más cerca de los márgenes de las redes (para permitir un soporte para latencias mucho más bajas) en lugar tener todo centralizado.
De nuevo, habrá retos de pruebas relacionados con todo esto que los operadores deben tener en cuenta. Deben poder poner en marcha nuevos sitios online rápidamente y de forma rentable. Luego, deben poder garantizar que mantendrán unas cifras de rendimiento elevadas para cumplir con los acuerdos de nivel de servicio que esperan los clientes.
